17 Kingdom Faith Ministries International, Inc. PO Box 725 * Charlemont, MA 01339 * USA www.KingdomFaithMinistries.org © 2003, 2007 Paul D. Norcross. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety obligaciones ante Dios, pero lo hizo de la forma en la que él pensó que debería ser hecha, en vez de hacerlo de la forma en la Dios le dijo por revelación. ¿El resultado? Dios no aceptó su sacrificio. Caín se enojó con Dios. Por medio de rabia de celos, él puso su rabia en su propio hermano y lo mató. Debemos hacer nuestras tareas religiosas a través de escuchar la voz de Dios y obedecerla con precisión. ¿Cuántos ministerios están haciendo maravillosas obras (en sus propias mentes y las mentes de sus seguidores) pero Dios no ha mostrado Su aprobación con señales sobrenaturales, milagros y prodigios? Mis amigos, en la ausencia de revelación del pozo de Jesucristo, se levantan las cisternas de la Cristiandad de doctrinas sonadas y causan la llenura de las agendas de las iglesias con muchas ocupaciones. Pero ellas carecen de la evidencia de la aprobación de Dios. ¿Qué ha pasado? Así como el pueblo de Dios que murió en el desierto por fallar en escuchar la voz de Dios10, así Dios permitirá que Su pueblo de hoy muera en su vagar espiritual hasta que ellos finalmente aprendan a escuchar y obedecer Su voz por ellos mismos, bebiendo así de la Fuente de Agua Viva, Jesucristo. Solamente entonces el Señor les permitirá cruzar sus Jordanes, entrando a la Tierra Prometida de las bendiciones del Nuevo Pacto. Hasta entonces, la iglesia permanece anémicamente sin poder, confundida, y sin fruto comparada al dinámico caminar de imitar a Cristo que se supone tener como 10 Josué 5:6 Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que todos los hombres de guerra que habían salido de Egipto fueron consumidos, por cuanto no obedecieron [El hebreo "shama" significa oír, escuchar y obedecer, percibir] a la voz de Jehová; por lo cual Jehová les juró que no les dejaría ver la tierra de la cual Jehová había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel.
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